Por necesidad, curiosidad y una atracción especial hacia la construcción con paja, Rikki Jennifer Nitzkin se adentró en el mundo de la bioconstrucción. En 2002, construyó su propia vivienda de paja y, luego, decidió seguir aprendiendo y perfeccionando sus conocimientos. En 2005, fundó la Red de Construcción con Paja. A día de hoy, ha impartido más de 100 talleres, así como charlas y cursos en internet. Al conocer al maestro albañil Agustín Martínez Renedo, surgió la idea de crear la Escuela-taller Cobijo Natural en La Rioja, donde —junto a la arquitecta Myriam Gutiérrez Gil de Muro—continúa promoviendo la construcción natural y enseñando a construir con paja.
Nuestra experta en construcción con paja recomienda a todas las personas que quieran hacerse una casa de paja que participen en la obra, sobre todo en las fases de hacer los muros de paja, porque es divertido y rápido, y también en los revocos (que es la parte más cara de la obra, si se hace en construcción profesional, y la más compleja a nivel técnico —aunque se puede aprender haciendo talleres). Además, según su experiencia, estas son las dos partes de la obra en las que es más difícil encontrar profesionales, aunque cada día hay más. Anima a todo el mundo a participar en la construcción su hogar. «Es una satisfacción enorme», subraya.
• Cuéntanos, Rikki, ¿cómo llegaste a la bioconstrucción? ¿Qué te empujó? ¿Por qué te decantaste por especializarte en construcción con paja?
Descubrí la construcción con paja en 1999 en unas jornadas de fin de semana de la asociación GEA, poco antes de mudarme al campo. Se me encendió una “chispa” de curiosidad y empecé a buscar información. En el año 2000 me mudé al campo (en el Prepirineo de Lleida), a una aldea que entonces sólo tenía 4 habitantes. Cuando me fui en 2019 ya vivían 60 personas…, pero sigue siendo una aldea pequeña. La aldea original sólo tenía 6 casas con sus corrales, y como no tenía dinero para comprar ninguno de ellos, compré un terreno rústico. Viví allí primero en una yurta, y luego en un tipi, durante mis primeros 2 años en la aldea. Vivir así —con calor en verano y frío en invierno— me convenció de que quería una casa, y la construcción con paja me había fascinado, además de que parecía factible su autoconstrucción. Así que fue un cúmulo de factores: conciencia ecológica, falta de dinero, ganas de aprender a ser autosuficiente, y por algo intangible que me atraía de la construcción con paja en concreto… Así que, en resumen, llegué a la construcción con paja por necesidad y curiosidad, y a la bioconstrucción en general a través de la construcción con paja.
• ¿Cómo aprendiste y dónde?
Aprendí leyendo libros, y con la ayuda de otras personas que habían hecho casas de paja antes que yo. Me apunté a una lista de correo europea sobre construcción con paja, donde pedía consejos; luego participé en un encuentro de la Red Europea de Construcción con Paja (que no era aún asociación formal), y allí me animaron, me convencieron de que iba a ser posible. En 2002, con la ayuda de un diseño del arquitecto navarro Iñaki Urkía (mi casa fue la segunda de paja que diseñó) y muchas personas voluntarias, hice mi propia vivienda de paja. Es una casita de 35m2 de planta (exterior, interior 24m2) en dos plantas. Además de esta ayuda, tuve el apoyo en la obra de personas voluntarias que habían participado anteriormente en alguna construcción de paja. Pero yo no había construido nada previamente, ni había hecho ningún taller de construcción (ni de paja ni de nada). Después de acabar la obra me di cuenta de que tenía aptitudes para ese trabajo y me gustaba tanto la gente que conocí en el camino que decidí estudiar más —con más libros, y con maestros constructores como Barbara Jones (de Straw Works) y Tom Rijven (de Habitatvegetal).
En 2005 fundamos la Red de Construcción con Paja y di mi primer taller en 2006; en aquel entonces, no me sentí con suficiente conocimiento, pero no había nadie más en la península con más… así que decidí que lo poco que tenía lo quería compartir. Desde entonces he refinado mis conocimientos, mis habilidades como docente, y he impartido más de 100 talleres, además de numerosas charlas, cursos por internet y he escrito dos libros sobre el tema: ‘Construcción con Paja: una guía para autoconstructores‘, junto con Maren Termens (Ed. Ecohabitar; 2ª edición 2016), además del nuevo libro en inglés ‘A Complete Guide to Straw Bale Building‘ (ed. Permanent Press, 2020).
• ¿Qué te trajo a La Rioja y cómo surgió la idea de crear la Escuela-taller Cobijo Natural? Viví en La Rioja desde 1996 al 2000 (que es cuando me mudé al Prepirineo de Lleida). Así que cuando decidí irme de la aldea (en busca de más posibilidades de trabajar, de colaborar en proyectos, y de vida social) decidí volver a La Rioja, donde ya tenía amigos y contactos. Conocí a Agustín Martínez cuando di un taller de construcción con paja en Sorzano, La Rioja, en 2007. Cuando volví a vivir en La Rioja en 2019, hicimos contacto y empezamos a colaborar. En otoño de 2022 Agustín me propuso abrir la escuela en su nave industrial y accedí encantada.
• ¿Compaginas tu labor en la escuela con tus cursos de Taller con Co?
Sí. Taller con Co es el nombre “profesional” que he utilizado durante muchos años, y sigo dando algún taller bajo este nombre (principalmente mi curso de ‘Especialización en construcción con paja’ en línea, y los cursos STEP- Formación Profesional en Construcción con Paja- con la Red de Construcción con paja). Ambos programas se han hecho antes de la existencia de la Escuela y los organizo yo personalmente. Y a veces hago talleres u obras a nivel “privado”. Cuando me contactan para hacer estos trabajos a través de Taller con Co —en lugar de a través de la escuela— sigo trabajando con este nombre. Ahora se están empezando a fusionar las dos cosas, pero lo mismo que Agustín aún tiene su empresa de construcción Cobijo Natural S.L. (ya que no es lo mismo una empresa constructora que una escuela), yo sigo trabajando como autónoma con ambos nombres —el mío y el de la escuela.
• Concretamente, ¿qué técnicas manejas e impartes?
Principalmente doy talleres sobre cómo hacer muros de balas/fardos/pacas de paja (en diversas técnicas constructivas), acabados de arcilla (revocos y técnicas decorativas), y alguna que otra técnica de muros “ligeros” hechos con paja suelta y arcilla (quincha, paja encofrada, y similar). También doy charlas teóricas sobre otros aspectos de la obra (cimientos y sobrecimientos, tejados, resolución de aperturas, etc.), además de bioconstrucción en general (técnicas constructivas, materiales, diseño bioclimático, física de la construcción, etc.).
• ¿La construcción con paja es apta para todo tipo de edificaciones?
Sí, hay desde edificios temporales (y compostables) hasta edificios públicos de 8 plantas de altura o más de 5.000m2.
• ¿Cuáles son sus ventajas?
En la página web de Taller con Co doy 12 razones para construir con paja, que se dividen básicamente en tres categorías:
- razones prácticas: durabilidad, ahorro, comportamiento térmico (“mejor casa por el mismo dinero” y menor gasto en calefacción/refrigeración), sencillez de sistemas constructivos, resistencia sísmica y al fuego;
- razones ecológicas (baja huella ecológica, reciclable, no es tóxica);
- razones humanas (apta para autoconstrucción, belleza, la sensación de bienestar dentro de la casa, etc).
• ¿Y su durabilidad?
Los edificios más antiguos ya tienen más de 100 años, y se supone que los hacemos mejor ahora…
• ¿Es recomendable para todo tipo de climas y terrenos?
Es posible en todo tipo de climas y terrenos, pero personalmente recomiendo la construcción con paja más para clima variable (cálido en verano y frío en invierno) o frío. En climas templados o muy cálidos no es necesario tanto aislamiento. En climas húmedos hay que tener más cuidado con los detalles constructivos, para no atrapar humedad dentro de los muros, De todas maneras, también hay ejemplos con buenos resultados en climas cálidos y húmedos (ej. en Haití) y fríos y húmedos (ej. en Escandinavia o el Reino Unido).
• Como otras construcciones, ha de cumplir con códigos y regulaciones. ¿Alguno en particular?
Nada en especial. Tienen que cumplir los mismos requisitos que cualquier edificación. Como el material de los muros no está “homologado” el/la arquitecto/a tiene que asumir la responsabilidad para la elección de su uso (lo mismo pasa con cualquier material natural como madera no laminada o piedra natural). Generalmente, en los proyectos se especifican los requisitos de las balas utilizados (máxima humedad, densidad mínima) para asegurar que se utiliza un material en buen estado. En caso de que no quiera asumir esta responsabilidad, se puede hacer el edificio con paneles prefabricados certificados (hay varios fabricantes en España).
• ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere iniciarse en este camino?
Lo primero es informarse bien: leer algún libro, investigar por internet, visitar algún edificio, hacer algún curso en línea, y/o asistir algún taller presencial. Hay que entender el material, sus posibilidades, y si quieres autoconstruir tienes que aprender la técnica que quieres usar en tu obra. Hay que tener en cuenta que la paja es un material, no una técnica, y se puede aplicar en obra de muchas maneras. Si te interesa encargar la construcción de una casa de paja, pero no construirla tú, es importante encontrar el/la constructor/a antes de hacer el diseño. Porque hay muchas técnicas disponibles, pero no todos los constructores están familiarizados con todas ellas. Y, por último, recomiendo buscar técnicos con experiencia tanto en construcción con paja como en bioconstrucción para diseñar el edificio. Si tu arquitecto conoce la bioconstrucción, pero no la paja en concreto, entonces debería contar con la asesoría de alguna persona experta en el material para hacer el diseño de los muros y la elección de la técnica constructiva, dependiendo de quien vaya a construir la obra —tú o un profesional.